A 75 años de la muerte de Hipólito Yrigoyen, la Juventud Radical evoca la figura de quien fuera el primer presidente de la Nación elegido por el pueblo.

Yrigoyen fue la síntesis del liberalismo político y el reformismo económico, profundamente popular, sin caer en la demagogia de los populismos que engañan y adormecen a los pueblos.

Los argentinos nos quedamos con su lucha durante un cuarto de siglo por la pureza del sufragio, YPF, Huaytiquina, el laudo favorable a los trabajadores, la posición Argentina ante la Sociedad de las Naciones, la Reforma Universitaria... y el guardapolvo blanco, símbolo del igualitarismo social y de la aspiración a que la educación pública, gratuita y laica edificara una Nación de ciudadanos libres e iguales.

Contando con amplísima adhesión popular, no forzó las instituciones de la República para buscar su reelección inmediata.

Con el golpe de Estado contra su segundo gobierno, se abrió la puerta a la intromisión de las Fuerzas Armadas en el sistema político, la hora de la espada y el desprecio a la democracia republicana, que signaron medio siglo de creciente violencia política.

La Juventud Radical recuerda a Hipólito Yrigoyen en su austera casita de calle Brasil, contracara de la rosadita de Anillaco, El Calafate y Puerto Madero. La JR recuerda al político revolucionario, al estadista respetuoso de las libertades, y aquel viejo ex presidente derrocado que, a sus 80 años, con optimismo decía que había que empezar de nuevo.