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viernes, 27 de junio de 2008
Allende


Invitación de la Juventud Socialista de Chile a los actos en conmemoración al centenario del nacimiento de Salvador Allende, de los que participó la JR.

martes, 17 de junio de 2008
90 años de Reforma
Mensaje del Presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, en la Sesión del Honorable Consejo Directivo del 13 de Junio, en homenaje al 90 aniversario de la Reforma Universitaria.

Señor Decano, Señores Consejeros Docentes, Egresados, No docente, Compañeros Consejeros Estudiantiles, Sres. Secretarios y Pro Secretarios.

Tomo la palabra Señor Decano, en representación de la bancada que represento, pero en razón del honor con el que me prestigiaron los cientos de compañeros que me han votado y los que desde hace más de veinte años, eligen anualmente a sus representantes estudiantiles a través de las urnas, es que puedo hablar hoy como Presidente del Centro de Estudiantes de nuestra Facultad.
Estoy sentado en la banca de los estudiantes que como nosotros, durante estos últimos 90 años, dieron parte de sus tiempos, sus estudios, sus sueños y en muchos casos su vida, por expresar nuestro compromiso con la Universidad Reformista. La presencia del Centro de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias y de la bancada estudiantil de Franja Morada y el Movimiento de Base de Agronomía, no son otra cosa, que la más acabada expresión de la síntesis de pensamientos democráticos. Con nuestros encuentros y nuestras diferencias, con nuestras particularidades y formas de expresión, pero por sobre todo, cercanos a la idea de no pasar por estas aulas sin haber contribuido a transformar sueños de estudiantes en mayor igualdad para los argentinos, libertad para decir lo que pensamos y solidaridad con quienes esperan el producto de nuestro estudio para mejorar sus calidades de vida. Que los que repiten con la tiza, lo que sus programas arcaicos ya no dejan leer, aprendan de aquellos, que respetamos como maestros, como compañeros de aprendizaje donde se permiten enseñar y compartir, toda vez que nos honran con su conocimiento en el aula, buscando la excelencia académica, entendiendo a quienes piensan distinto, permitiéndonos la palabra libre en este recinto, brindándonos su experiencia.

Gracias a la bandera que nuestro movimiento viene levantando desde el 18´, muchos de nosotros, hoy podemos tener acceso a la educación Pública. La Reforma abrió la puerta de la Universidad, a los que venimos del interior donde no hay posibilidades, a los que no tenemos apellidos patricios, a los hijos de productores postergados, a los que contamos con el interés de aprender y no siempre tenemos la posibilidad.

Reivindico en nombre de aquellos estudiantes que dieran origen a nuestra agrupación y a este modelo universitario, los principios que no claudicamos y exigimos con tanto énfasis como nuestra palabra y acción lo permitan. Gratuidad de la enseñanza para que los apremios económicos no sean condicionantes para el acceso a las aulas. Donde los que podemos, contribuyamos desde el espacio en que podemos. Esto siempre, reivindicando la obligatoriedad del Estado de sostener la enseñanza pública y sin condicionamientos como los que venimos sufriendo con este gobierno que paga salarios miserables a nuestros docentes y deja a las universidades a la buena del destino.

Reivindico la Periodicidad en los concursos docentes, donde no se cubran los cargos por herencia. Donde no haya cotos de caza que se convierten en inaccesibles. Brindamos porque se gestione con la casi totalidad de cátedras concursadas. Vemos con vergüenza como algunas corporaciones se escudan en otros reclamos y no quieren remarcar en la falta de concursos docentes en otras Facultades. Por ello es que hemos acompañado los procesos de concursos llevados a cabo. Y estamos comprometidos con el modelo que debe llevarse a cabo en la Universidad. Ojalá muchos hablaran menos y se rasgaran menos las vestiduras y practicaran su obligación de someterse al control de gestión docente periódico.
Esto no es defensa corporativa, es sin dudas, la reivindicación de todos los profesores que hoy exhiben su capacidad de enseñar y lo han revalidado su cargo de forma transparente.

Hacemos hincapié en esta parte de la última gestión de la Facultad y de aquellos que han arriesgado su honor y en muchos casos su prestigio, en tomar la decisión de llevar a cabo, lo que en otras Unidades es solo promesas. Reivindicamos la libertad de Cátedra, donde la voz monocorde y tendenciosa no sea la única que tengamos que escuchar. Aprendemos de la diversidad de opiniones y es en este recinto, donde mis compañeros de bancada y yo, hemos aprendido a construir muchas veces desde la disidencia. Cuánta razón acusan los reformistas en el Manifiesto liminar, al decir que "…El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden…" Sabemos diferenciar a quienes nos tratan como alumnos, término que significa los "sin luz" "los no iluminados", de quienes nos enseñan y nos valoran como estudiantes.

Reivindicamos el Cogobierno Universitario, y prueba de ello es redoblamos nuestra apuesta, en cada proyecto, en cada propuesta. Nuestra bancada ejerce el derecho de los estudiantes de ser voz y voto en las decisiones de la Unidad Académica y la Universidad. Pero hemos aprendido que junto al derecho de decir lo que queremos y hacer lo que pretendemos, siempre estamos comprometidos con la responsabilidad que tenemos con los principios que defendemos.

Defendemos a ultranza los derechos que nos asisten, por ello es que somos firmes en sostener el plan de estudios 78 y su debida garantía para que no se vulnere la posibilidad de cursar y recibirnos con las reglas claras. Así, presentamos y defendimos el derecho a rendir en turnos justos y aunque nos corren con la arbitrariedad, reconocemos la firme posición de los profesores y autoridades que acompañan los derechos estudiantiles. Los estudiantes no nos hemos sentido solos, cuando expusimos las firmas con el reclamo de los compañeros, cuando hacíamos frente a quienes tiran la piedra y esconden la mano, encontramos la sabia reflexión de aquellos profesores que aún en la crisis por sus magros sueldos, aún en la masividad, aún en la falta de condiciones, no nos hacen rehenes de disputas. Así, dimos clara respuesta a los turnos de examen de plan 2004 y tomamos el compromiso de traducir el reclamo en propuesta y hoy, aún con los ataques que recibimos, podemos aprovechar los turnos disgregados. Agradecemos el esfuerzo de los consejeros que tomaron en serio nuestras necesidades y se arremangaron para construir el diseño de los turnos disgregados.

El mero reclamo no es representar, la verdadera representación se ejerce con propuestas. Y eso también lo hemos aprendido de estudiar la reforma universitaria. Aprendimos de aquellos que tomaban la Universidad para abrirla y garantizar las clases en el 18´ y no de los que cerraron sus puertas para dejar afuera a quienes necesitan del conocimiento. Nuestro reconocimiento a quienes dieron su vida en pos hacer que hoy podamos decir lo que queremos, con la libertad y la seguridad que saldremos de aquí y seremos respetados en nuestros derechos.

Las dictaduras y los años de desencuentros, nos atrasaron en las potencialidades de crecimiento como país. Y hoy parece que volviéramos a la época en el que Estado decide, quien es quien y que podemos reclamar. No nos callamos y lo decimos claramente, pretendemos el ejercicio pleno de los derechos democráticos de todos los argentinos. No compartimos en ninguna de sus declaraciones ni decisiones con la Sra. Presidenta de la Nación. No entendemos como pueden levantar la bandera de la libertad y la igualdad y el campo es objeto de confiscaciones descaradas.

La Bancada de Franja Morada deja sentado que reivindica el ejercicio pleno de los derechos humanos y denunciamos la pública incitación a la violencia que ejercen sectores antidemocráticos, que alzan su voz con los palos en la mano y se jactan de representar al pueblo.

Nuestro compromiso como ciudadanos universitarios es devolver a la sociedad lo que ella nos brinda y es por ello que pretendemos lograr el progreso social. La democracia es fundamental, la justicia debe ser igual para todos y en lo que nos toca como ingenieros en la agronomía, pretendemos contribuir a la producción con responsabilidad. Para que el producto del campo argentino, sea competitivo en el mundo pero que ello implique primero, abastecer de alimentos a todos los argentinos. Ustedes, señores consejeros, los que hoy terminan su mandato y los que se incorporan en representación de los claustros de la Facultad, tienen en nuestra bancada y en el Centro de Estudiantes, que me toca representar, el compromiso firme de contribuir a la construcción colectiva de una Facultad cada vez mejor, donde sobresalga la excelencia académica pero por sobre todo, estemos produciendo mejores hombres y mujeres para el país que nos necesita.

Muchas gracias. Franja Morada. Agronomía. UNC.

Leandro Carbelo
Presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias
lunes, 2 de junio de 2008
Interés general y reclamo sectorial
La presidente de la Nación en su discurso del 25 de mayo expresó que antes del interés de un sector se encuentra el del conjunto social. Y en efecto, el fundamento racional del poder político se haya en la soberanía popular, la cual coincide -o debe coincidir- con el interés general.

Es sin duda cierto que el interés general está por sobre los reclamos de las “fuerzas vivas” de una sociedad, expresada en las diversas corporaciones, aunque no es menos cierto que la armonía social y el desarrollo de un país debe encontrarse en la compatibilización de las diversas aspiraciones sectoriales, subordinadas siempre al bienestar general, generalidad que nunca puede hacerse a costa de los derechos civiles, políticos y sociales del individuo, cuya eminente dignidad es el eje central de la democracia republicana.

Debe decirse sin embargo, que este oficialismo no tiene autoridad alguna para reclamar que en la Argentina no opere la lógica corporativa, la cual se ha fomentado, excluyendo como interlocutores válidos a las organizaciones partidarias, y sobre todo, inhibiendo la labor institucional del Poder Legislativo.

Esta desmesurada atribución de facultades al Ejecutivo Nacional va mucho más allá de las dos razones que podrían justificarlo parcialmente, cuales son la emergencia -contemplada en las modificaciones introducidas por la reforma constitucional de 1994- y la complejidad técnica de cuestiones que son más propias del poder administrador, para lo que existe la reglamentación de las leyes. Por otra parte, el amplio predominio de las fuerzas oficialistas en el reparto del poder institucional hace aún más visible la desaprensión hacia las formalidades republicanas, mentalidad que define tanto a las derechas autoritarias como a quienes durante las décadas del ’60 y ’70 veían en la democracia una tortuga lenta que obstaculizaba la revolución social.

El oficialismo gobierna al margen de la legalidad, por resolución del Ejecutivo y con una reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia sancionado por el parlamento que tergiversa el concepto mismo de ley del Congreso.
¿Qué autoridad tiene un gobierno eminentemente patrimonialista, que confunde lo que es público y lo que es privado de manera escandalosa, para reclamar a un sector que ceda en sus intereses... sectoriales?

No se trata pues de la formulación de tecnicismos legales que no se compadecen con la complejidad de los procesos históricos. Vemos con preocupación que el desprecio a la ley es, en realidad, el desprecio a la palabra y a la posibilidad de elegir la racionalidad política como camino para la discusión sobre la cosa pública.

Hemos escuchado además a hombres del oficialismo expresar, con ligereza y soberbia, cosas que si bien ya no nos asombran, son igualmente preocupantes, básicamente centradas en que las decisiones del gobierno son las que interpretan el interés general, y que cuestionar las medidas de gobierno es no respetar el resultado electoral de octubre pasado.

El interés general es un concepto político, y va más allá de la legitimad para ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo. Cuestionar medidas gubernamentales es inherente al ejercicio de los derechos civiles y políticos.

La soberbia de la actual versión del justicialismo en el gobierno pretende estar haciendo epopeya en clave de izquierda. Pura estética. Una política que tienda a la igualdad social entrañaría, a los efectos de la distribución del ingreso que se declama, reformas en el sistema tributario orientadas a limitar la repercusión impositiva en los bienes y servicios básicos y la aplicación de criterios en el gasto público que hagan posible que los ciudadanos con ingresos fijos o sin ingresos salariales tengan efectivo acceso a servicios esenciales cuya prestación está a cargo de las instituciones estatales, lo que a su vez implica mejorar capacidades de gestión.

Aunque parezca una perogrullada, la democracia argentina que el 30 de octubre próximo cumple 25 años demanda a sus gobernantes que sean más... democráticos.


Ramiro Pereira
Vicepresidente 2º del Comité Nacional de la Juventud Radical

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